jueves, 29 de noviembre de 2007

De: ALFONSINA STORNI


DOLOR


Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar
Que la arena de oro, y las aguas verdes
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas,
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos,
y la boca muda dejarme llevar.
Ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos, y no parpadear.
Ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños, y no despertar.
Pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas, y no suspirar...
Ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
perderla, y que nunca la vuelva a encontrar,
y, figura erguida entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.





TÚ ME QUIERES BLANCA


Tú, me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azuena
sobre todas, casta.
De perfume tenue
corola cerrada.

Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea
tú me quieres blanca
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutas y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!

Huye hacia los bosques
vete a la montaña
límpiate la boca,
vive en as cabañas,
toca con las manos
la tierra mojada,
alimenta tu cuerpo
con raíz amarga,
bebe de las rocas,
duerme sobre escarcha,
renueva tejidos
con salitre y agua,
habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.